Gustav A Newman, en su poema " La vida sigue casi igual", recuerda la vida en sus años de juventud y el paso de los años, esa energía vital de juventud que nos hace invencibles
LA VIDA SIGUE CASI IGUAL
Te percibo nueva,
distinta.
Y mientras,
desde el rincón de mi suplicio
envidio la energía
de tu afanosa vida.
En estos versos declara su alegría, dialoga con el Gustav joven desde el recuerdo del olvido que duele.
Me alegra tu alegría,
tanto como me duele
que apenas me recuerdes.
Continúa, reprochandole la añoranza que siente y todavia recuerda, tanto, como el dicho "Ay eterna juventud", esos años donde nada es imposible, pero que ahora es prisionero de lo posible, de los recuerdos.
Que ya no sientas la añoranza,
que, aunque no lo creas,
todavía me atenaza,
prisionero de tus recuerdos.
Sigue casi igual la vida, casi, pero no lo es. Muchas vivencias vívidas, algunas mejores y otras menos mejores, las recibidas y las negadas, rindiéndose a la melancolía.
Y sigo así,
tal vez cómo antes
quizás como siempre,
a ratos mal, a ratos peor,
rendido a la melancolía
de imaginar lo mucho
que el destino nos negó.
En las noches en vela, recuerda aquella juventud de ilusiones, vida, alegrías, aquella en la que nada ni nadie le puede quitar por los años que le queda por vivir. Los años que ya han pasado, que ha vivido y vive hoy con nostalgía por todo lo vivido pasada la juventud a la que llora con melancolía.
En las lúcidas ensoñaciones
de mis noches en vela,
aun fantaseo que apareces tú,
radiante,
como eras antes,
desfilando ante mis húmedos ojos,
tumefactos,
encendidos,
y al fin rendidos,
exhaustos de tanto llanto.
(Gustav A. Newman)
Es un poema donde se redescubre entre el yo " Juventud", y el yo de hoy, pasado los años. Es el darse cuenta, de lo que era y ahora no es. Ley de vida.
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